Elle se preparó y a las siete salió de su casa para probar la propuesta
que le había hecho el Sr. Molina. Se dirigía al centro de Londres cuando pasó
por una tienda llena de chucherías , le atacó la curiosidad así que entró en la
tienda, era gigante y estaba llena de todo tipo de gominolas y golosinas, Elle
decidió comprase unos ositos de gominola. Siguió su camino y vió como un par de
chicos se fijaban en sus ajustados vaqueros, esta al darse cuenta se sonrojó.
Llegó a la academia, era un edificio antiguo pero bastante grande, empujó la
pesada puerta, había una recepción amplia y oscura, llamó a la campanita y
apareció un hombre de mediana estatura con gafas y sin demasiado pelo, la rubia
se identificó y pasó.
Elle pasó al vestuario y se cambió, salió a la gran sala de alto techo,
con muchos espejos y una gran colchoneta en el centro.
Bueno, empezaremos con una clase de baile artístico, es muy sencillo pero
me tenéis que prestar mucha atención – explicó la profesora
Estuvieron bailando hasta
las nueve, el baile le había fascinado, habían ensayado una coreografía con un
remix de Titanic, Elle se sintió bastante a gusto además a conocido a un
par de chicas que le han caído bastante bien : Aisha y Aiko
Al acabarse la clase estuvo hablando con ellas y se intercambiaron los
teléfonos, Elle se fue en dirección contraria a la de sus nuevas amigas,
caminaba por la espectacular ciudad de Londres iluminada, no quería llegar muy
pronto a casa así que dio un rodeo y paseo al lado del Big Ben, llegó a Oxford
Street y entró en el Starbucks , se puso a la cola y pidió un Frappuccino de fresa
y una galleta de chocolate, se sentó en una mesa y observó a la gente pasar, se
había traído su portátil así que lo sacó, en el local había Wifi así que se
conectó al chat. Estaba conectado él, así que le saludó.
Elle: Hola
Elle: Muy bien, adivina donde estoy ahora mismo
C: ¿En tu casa?
Elle: No, prueba otra vez
Probó unas cuantas veces hasta que se rindió
Elle: ¿Te lo digo?
C: Si, porfavor
Elle: Pues me estoy tomando un delicioso Frappucino de fresa y una
galleta en el Starbucks de Oxford Street
Estuvieron hablando un rato y luego se despidieron, cuando Elle estaba recogiendo empezó a sonar una canción de Carrie Underwood.
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